

Había una vez... TRUZ
Edel Arriagada
Los libros, los cuentos, las novelas, llegaron a mí desde la infancia, con la obligación impuesta por mi padre de leer un libro a la semana.


Soy Narradora oral escénica
Estudié Licenciatura en Letras en la U de Chile, tallerista, co-fundadora de la “Compañía de Cuentacuentos Había una vez...truz”. Desde el 2001 he desarrollado una labor ininterrumpida de difusión del arte de narrar historias y he mantenido en forma permanente el espacio para contar en El Mesón Nerudiano.
CUENTACUENTOS PARA NIÑOS
Presento funciones de relatos de Cuentos para los niños, sus familias y/o sus educadores en donde se combina el relato de los cuentos con música, juegos interactivos y dinámicas de motricidad gruesa.
En cada sesión partimos con cuentos cortos y un juego, seguimos con un par de cuentos y una canción y cerramos con la lectura animada de libros sin texto, sólo imágenes.
Los textos son de autores chilenos y latinoamericanos y las temáticas tienden a valorar la amistad, respetar las diferencias y cuidar el medio ambiente.
Son espectáculos interactivos, lúdicos y de curiosidad Lectora.
CUENTACUENTOS PARA ADULTOS
Una velada literaria de cuentos y relatos destinado a público adulto, ideal en un espacio cerrado que permita el contacto y la cercanía entre el narrador y el oyente.
La propuesta incluye textos de autores latinoamericanos y europeos, en donde el juego, la ironía y por sobre todo el humor, generan una frescura y versatilidad del relato que mantienen al público cautivo del cuento que los llevará a vivir distintas y variadas emociones.
El espectáculo va acompañado de un músico que con su guitarra acompaña el relato de los cuentos e interpreta algunas canciones de repertorio popular latinoamericano que genera conversación e interacción con el público.
Los espectáculos pueden ser temáticos o de un autor específico.

Talleres
Si quieres encauzar una vocación artístico-expresiva favoreciendo la expresión verbal y gestual que permita y promueva la comunicación persona a persona entreteniendo y educando, entonces…
Te invitamos a participar de estos talleres Narración Oral Escénica que te permitirá descubrir y desarrollar herramientas de comunicación efectiva.
Taller teórico – práctico cuyos objetivos son:
– Perder el miedo a la palabra y utilizarla sin inhibiciones
– Desarrollar y estimular la creatividad, la imaginación y la comunicación
– Concientizar las posibilidades expresivas del gesto y la palabra
Los invito a participar de este taller donde trabajaremos la adaptación de textos literarios, profundizaremos la técnica de adaptar un cuento desde lo escrito a la oralidad y se reforzara lo aprendido en relación a voz, actitud, postura y escenario.
Taller destinado a la adaptación y preparación de textos de autor o tema específico.
Las cualidades que debe tener y reforzar un buen narrador oral son la imaginación, la capacidad de improvisar, la empatía con las personas, la confianza en sí mismo, la curiosidad lectora, hacer un buen uso de vocabulario, manejar la presencia escénica, tener una buena oratoria y mucha creatividad.
Testimonios
A Edel Arriagada, la Edel, siempre te lleva el azar, el azar luminoso de los cuentos porque su labor sostenida y su generosidad la convierten en casa y refugio de los cuenteros que llegamos a Santiago de Chile
Conocerla es abrirse paso en la cuentería de su tierra porque su constancia y empeño han garantizado la permanencia de un espacio luminoso donde la palabra se hace fértil y fecunda: El Mesón Nerudiano.
Como cuentera es leve, te va inundando sin que te des cuenta y terminas dejándote llevar por el soniquete dulce de la palabra amable, sencilla, sin laberintos y con unas alas enormes que lo mismo te arropan que te impulsan.
Como maestra ha logrado un modo de enseñar que permite al alumno encontrar caminos propios de expresión sin renunciar a su personalidad, a la búsqueda de una voz personal y única.
Humana, seria, perseverante, clara y constante son, entre otras, sus virtudes como gestora por lo que trabajar con ella y para ella supone un ejercicio especial de crecimiento humano y profesional porque te exige, te mima, propone y escucha, critica y alienta.
Hablar de personas que tienen el doble estatus de ser amigos y colegas no es fácil, pues se corre el riesgo de la ceguera que proporciona el afecto, así que trataré de hablar del tiempo o a partir del tiempo en que aún no éramos amigos.
Ver crecer a Edel en las tablas ha sido un camino largo en el que más de una vez me tocó decirle aún no es tiempo…., falta esto o lo otro, evidentemente la determinación de querer ser parte de un movimiento que se abre camino desde hace más de veinticinco años ha sido parte del motor de esta narradora, sin esa determinación, cualquiera -en el lugar que sea y sea quien sea- seguramente habría dejado el oficio a mitad de camino.
Llevar un espacio como es el Mesón Nerudiano teniendo como normas abrir puertas y mantener la calidad, darles a los artistas el trato que merecen como trabajadores de la cultura no es tarea fácil de conseguir.
Me animo a aplaudir esta tarea doble la de mantenerse en un circuito y sostener un espacio, todos sabemos que los locales se agotan, sufren el paso del tiempo, el desinterés a veces y el cambio de preferencias del público en otras ocasiones.
El hecho de estar vigente en un ámbito competitivo como es el de los Narradores es una labor dura, poder decir… alguna vez fui aprendiz y ahora enseño es lo que muchos quisieran.
Cualquiera que diga que esto lo hace cualquiera se equivoca rotundamente, hay en Edel verdadero interés y deseo para que este oficio tenga un lugar como se merece, seguramente el tiempo también nos ha demostrado que ella está en el lugar que se merece y con miras a seguir creciendo.
El espacio de cuentos que tiene Había una vez…truz en el Mesón Nerudiano de Santiago de Chile,
es de esos mágicos y tibios rinconcitos donde uno quisiera volver siempre, donde luego de desandar un par de veces el continente, sientes la necesidad de ir a encontrarte con las personas, pero sobre todo con los espíritus ocultos que se instalan (en dimensiones desconocidas del lugar) a escuchar tus historias. Me pasa que allí me subo a escena y voy a contar algo, pero alguien, no sé quién, me susurra cuentos o anécdotas que hace mucho no contaba, cabalgo en el oficio, vivo y sueño despierto entre sus paredes de piedras y su olor a madera, chimenea y añejísimos vinos.
Tres veces estuve y ojalá me falten por volver unas treinta más.
Desde que entré hace ya algunos años al taller de narración oral de Edel, rápidamente me di cuenta que este espacio me habría muchas puertas, no tan sólo asociadas al desafío de aprender a contar cuentos, sino que me abrió la puerta de aprender a leer desde otra dimensión, me abrió la puerta de la expresión oral y por cierto, me abrió la puerta de desarrollar un oficio que me ha permitido matizar una agitada vida profesional.
Respecto a otras herramientas, esta experiencia sin duda vino incrementar mi acervo cultural, por la necesidad de estar en permanente búsqueda de cuentos, lo que claramente implica explorar y leer muchos más. Por otro lado, es innegable que en mi calidad de abogado litigante (defensor público), he visto fortalecidas mis habilidades para desplegar mejor mis argumentos en la Cortes y también he podido mejorar sustancialmente mi forma de hacer clases universitarias y capacitaciones institucionales, donde el árido derecho, lo he podido trasladar a una mucho más amena, y porque no decirlo, lúdica forma de trasmitir conocimientos.
Agradezco la posibilidad de seguir desarrollándome en este largo camino de aprendizaje, donde los talleres de Edel han ido redescubriendo y potenciando habilidades que estaban ahí esperando ser descubiertas.
Edel Arriagada
La magia de las palabras y unos ojos verdes me llevaron al primer taller de narración oral en el año 2001 y descubrí
el placer de “contar”…